La empresa canadiense AMEC, afincada en Quebec, espera poder contar con una planta operativa capaz de procesar pañales usados para la elaboración de combustible diesel, en tan solo 18 meses. El proceso, llamado pirólisis no es nada nuevo, pero ha venido experimentando mejoras sustanciales desde hace tiempo.
La pirólisis, también conocida como “descomposición térmica”, actúa mediante la aplicación de una fuente de calor sobre los pañales, en un ambiente controlado, en ausencia de aire y a temperaturas de hasta 600 ºC. El proceso de la pirólisis depende también de un suministro constante de combustible. Los pañales son aparentemente, muy consistentes en cuanto a su composición, lo cual hace de ellos un combustible perfecto. Su recopilación además, sería muy sencilla pues las áreas hospitalarias ofrecen un suministro constante. La composición del resto de los residuos generados por cualquier municipio, es demasiado variada como para hacer de ellos el combustible ideal.
Inicialmente, los planes de la compañía pasan por convertir 30.000 toneladas de pañales (una cuarta parte de los que llegan a los basureros de Quebec cada año). Ese volumen bastaría para generar 11.000 toneladas de combustible diesel a un precio de 50 céntavos de dolar (33 céntimos de Euro) el litro. Otras fuentes potenciales de combustible podrían ser las tablillas de asfalto usadas para recubrir tejados (en USA o Canadá apenas se usan las tejas cerámicas), y los repuestos usados (no metálicos) de los coches.
Resumido de Company aims to turn stinky diapers into diesel fuel
via maikelnai
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