De las impresoras a la medicina hay, aparentemente, un solo un paso. Al menos eso es lo que nos demuestra HP, quien ha aprovechado su experiencia en impresión por inyección de tinta para unirse a la empresa médica Crospon en el desarrollo de parches electrónicos para la piel que administran fármacos a través de microagujas. Debido a su pequeño tamaño, estas apenas penetran medio milímetro en la piel, por lo que no alcanzan los centros del dolor (situados a 0,75 mm) y por tanto el proceso es totalmente indoloro. Otra de las ventajas es que puede administrar varias clases distintas de fármacos, cuyo horario y dosificación puede además programarse a conveniencia. Este prometedor dispositivo estará a disposición del consumidor, si nada se tuerce, para el año 2010.
Resumido de Skin Patch May Replace Traditional Injections
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